domingo, 18 de noviembre de 2012

HIGIENE DE SUEÑO EN EL TRABAJO A TURNOS



El sistema de trabajo a turnos, es un fenómeno relativamente frecuente en nuestra sociedad que lo ha convertido en un estilo de vida en los países industrializados, debido a motivaciones económicas y a la “necesidad” de proporcionar servicios de 24 horas en determinadas actividades.

Según datos de la VI Encuesta Nacional de Condiciones de Trabajo, un 24% aproximadamente de los trabajadores en España tiene jornada a turnos y/o nocturna. El principal sector asociado a este sistema de trabajo es el industrial. El porcentaje de hombres que trabajan a turnos es ligeramente superior al de las mujeres.
 Sin embargo, estos ritmos de trabajo presentan inconvenientes: dormir de día no es lo mismo que dormir de noche, y el organismo no se ajusta fácilmente a adaptar su ritmo biológico a horarios irregulares o a un tiempo de organización artificial. Desde un punto de vista biológico, la intensidad de las funciones fisiológicas varía a lo largo del día: los máximos suelen coincidir con la luz diurna y los mínimos con la noche. En general, la fase de mayor actividad conlleva un aumento de la glucemia, de la actividad de la tiroides y de la temperatura corporal, aumento de la presión sanguínea, mientras que en la fase de reposo presenta descensos en estas variables.
Los trabajos con un sistema de rotación requieren una adaptación constante de un programa de turnos a otro. De esta forma, el organismo se encuentra inmerso en un proceso continuo de cambio y de adaptación por lo que es de esperar que se produzcan más problemas que en el caso de horarios convencionales.  
Por otro lado, entendemos el sueño como “un estado funcional, reversible y cíclico, que presenta unas manifestaciones conductuales características, tales como una relativa ausencia de motilidad y un incremento del umbral de respuesta a la estimulación externa; a nivel orgánico se producen modificaciones funcionales y cambios de actividad en el sistema nervioso, acompañado todo ello de la modificación de la actividad intelectual que supone soñar” .
Las alteraciones del sueño constituyen el principal problema asociado a los trabajadores a turnos. El grado de ajuste al trabajo por turnos depende de un gran número de variables como por ejemplo, la duración del turno, el número de turnos de noche en cada rotación, además hemos de tener en cuenta factores personales como la edad, años de trabajo, el estilo de vida de cada trabajador, que pueden modificar los efectos de los turnos sobre el sueño.
Desde un punto de vista psicopatológico, el insomnio constituye el principal trastorno asociado al trabajo a turnos y sobre todo, al trabajo nocturno. En concreto el sueño presenta una disminución importante en su duración y una alteración significativa en su calidad.
Por lo que se refiere a la duración del sueño se produce una reducción de las horas destinadas a dormir; a lo que además se debe añadir las condiciones ambientales desfavorables de dormir de día (ruidos, luz…). Todo ello dificulta el carácter reparador del sueño, y como consecuencia, aumenta la probabilidad de verse afectado por problemas relacionados con la salud física y/o psíquica a medio-largo plazo.
Es por ello que, aún siendo conscientes de que en muchas ocasiones será difícil seguirlas todas, les ofrecemos unas serie de recomendaciones para mejorar la cantidad y calidad del sueño de este tipo de trabajadores:


  • Dormir siempre en el propio dormitorio y no utilizarlo para otras actividades como ver la televisión, comer o trabajar.
  • Usar gruesas cortinas o persianas y cortinas para oscurecer el dormitorio.
  • Desconectar el teléfono o utilizar un contestador automático y bajar el volumen del timbre.
  • Decirle a la familia que no moleste y que no haga ruido cuando se esté durmiendo.
  • Si el ambiente es demasiado ruidoso para dormir, usar tapones para los oídos, ruido blanco o música de fondo para enmascarar los ruidos externos.
  • Ajustar la temperatura de la habitación a un nivel cómodo, el ambiente fresco favorece el sueño.
  • Evitar el ejercicio vigoroso antes de acostarse ya que es estimulante y aumenta la temperatura del cuerpo.
  • Evitar la cafeína, las bebidas energéticas y otros estimulantes unas horas antes de acostarse ya que puede impedir conciliar el sueño.
  • No acostarse con sensación de hambre: hacer una comida ligera antes de dormir, pero evitar grasas, picantes o las comidas pesadas, ya que éstas son más difíciles de digerir y pueden perturbar el sueño.
  • Evitar el alcohol, ya que disminuye la calidad del sueño.
  • A la salida del trabajo, en el camino a casa después de un turno de noche, se aconseja minimizar la exposición a la luz mediante unas gafas oscuras (para evitar que el sol de la mañana active su “reloj interno”). 
  • Considerar usar el transporte público al salir del turno (especialmente tras el turno nocturno). 
  • Beber abundante líquido para evitar la deshidratación que puede reducir el rendimiento físico y mental, y evitar beber demasiado líquido antes de dormir, para evitar la sobrecarga de la vejiga.
  • Hablar con amigos y familiares sobre el trabajo por turnos. Si ellos entienden los problemas a que se enfrentan, será más fácil para servir de apoyo y consideración.
  • Que la familia y amigos estén al tanto de los cambios para que puedan incluirlo en la planificación de las actividades sociales.
  • Aprovechar al máximo su tiempo libre, planear comidas, fines de semana y las noches libres.

 

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